sábado, 30 de julio de 2011

IR A ESTUDIAR A ANCUD: TODO UN ACONTECIMIENTO

 Para los que estudiaban en Ancud, en la Escuela Normal o el Colegio de las Monjas, la salida desde Castro, en tren, parecía un largo viaje. Era un verdadero acontecimiento. Los iba a despedir toda la familia e incluso algunos vecinos y amigos más allegados.

            ¡Por Dios, tan chiquitita y ya viajando tan lejos de su casa! solíamos escuchar.

            Una de ellas dice que la primera vez que viajó, la impresionó mucho la salida del tren y ver que mis padres se quedaban llorando. De ese mismo viaje, le impactó mucho  a nuestra informante la pérdida de su sombrerito, que se le voló por la ventanilla del carro. Yo -dice- lloraba y lloraba. Fue tanto, que el tren se detuvo... y se lo fueron a buscar. Ese sombrerito me lo habían comprado en la Casa Francesa, que llegaba a Castro todos los años con exposiciones de las últimas novedades de la temporada.

            Esa vez llegamos -dice- a la una de la madrugada. Fue un viaje interminable!

Del Libro "Cronogramas de Castro en el Siglo XX"
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