EN LAS PAMPAS DE PECHACO
Una vecina residente en Las Pampas de Pechaco, allá por Quilquico, cuenta que el lugar era famoso porque allí se realizaban “mentadas” carreras de caballos, en los terrenos de Santiago Cárcamo, a orillas del camino a Rilán.
“Llegaba muchísima gente de Castro y de otros lugares de Chiloé”, enfatiza.
¡Esas carreras eran muy bonitas. No había dónde poner más gente! Todo lleno, lleno!
Se vendía tragos, comida, asados al palo, cazuelas de ave. Casi todos llegaban a esta verdadera fiesta de la hípica criolla, precisamente a caballo, dejando sus cabalgaduras amarradas en los toriles o varales.
La gente disfrutaba mucho con estas y otras tradiciones... como las peleas de toros y peleas de gallos, en las que se cruzaban grandes apuestas en dinero o en el pago de un muy bien regado “patache” para varias personas.
De ésos lados -agrega- surgen familias muy distinguidas, que más tarde “emigraron” a Castro, atraídas por la pujante actividad comercial y naviera que se promueve a través del envío de productos isleños “reclamados” (solicitados) desde el norte y desde el sur, como son las papas, la chacarería, el trigo y la madera, lo que además genera una verdadera concentración de buques de gran tonelaje y de hermosos veleros de uno y dos palos (mástiles) “que pintaban de albos velámenes las tradicionales quietas aguas de la bahía".
Del Libro "Cronogramas de Castro en el Siglo XX"