sábado, 21 de mayo de 2011

EN LAS PAMPAS DE PECHACO
 Una vecina residente en Las Pampas de Pechaco, allá por Quilquico, cuenta que el lugar era famoso porque allí se realizaban “mentadas” carreras de caballos, en los terrenos de Santiago Cárcamo, a orillas del camino a Rilán.
            “Llegaba muchísima gente de Castro y de otros lugares de Chiloé”, enfatiza.
            ¡Esas carreras eran muy bonitas. No había dónde poner más gente! Todo lleno, lleno!
            Se vendía tragos, comida, asados al palo, cazuelas de ave. Casi todos llegaban a esta verdadera fiesta de la hípica criolla, precisamente a caballo, dejando sus cabalgaduras amarradas en los toriles o varales.
            La gente disfrutaba mucho con estas y otras tradiciones... como las peleas de toros y peleas de gallos, en las que se cruzaban grandes apuestas en dinero o en el pago de un muy bien regado “patache” para varias personas.
            De ésos lados -agrega- surgen familias muy distinguidas, que más tarde “emigraron” a Castro, atraídas por  la pujante actividad comercial y naviera que se promueve a través del envío de productos isleños “reclamados” (solicitados) desde el norte y desde el sur, como son las papas, la chacarería, el trigo y la madera, lo que además genera una verdadera  concentración de buques de gran tonelaje y de hermosos veleros de uno y dos palos (mástiles) “que pintaban de albos velámenes las tradicionales quietas aguas de la bahía".
 Del Libro "Cronogramas de Castro en el Siglo XX"
Votar esta anotación en Bitácoras.com

1 comentario:

  1. Las "Pampas de Pechaco" eran -y lo son hasta el día de hoy- una magnífica y muy extensa meseta en la peníncsula de Rilán, frente al puerto de Castro, al otro lado del fíordo que describe tan poeticamente Mario Uribe. Estas pampas, tuvieron una importancia durante la Segunda Guerra Mundial pues los aliados la vieron con buenos ojos parta instalar un aeropuerto que permitiera el control y la vigilancia del extremo sur de América, sobre todo por las incursiones de los submarinos alemanes por los intrincados canales magallánicos, pues -se sabía- del abastecimiento de combustible y otros menesteres que una descendiente de alemanes residente en Tenaún, (península que se adentra al mar interior de Chiloé y mira al archipiélago de las Chauques), hacía a los submarinos alemanes. Corrió ese rumor por todo Chiloé en esa época. Pronto terminó la guerra y los planes de los aliados sobre las Pampas de pechaco, quedaron postergadas y casi en el olvido. Mario, querido y recordado amigo... las extrae de la noche de los tiempos, con esta simática acotaciòn ecuestre.

    ResponderEliminar