sábado, 5 de marzo de 2011

EN EL AÑO 1900...  NO SE POLOLEABA!!!

Aunque ustedes no lo crean, a principios del siglo no se conocía el hoy día tan atractivo pololeo. Si a un joven le gustaba o interesaba alguna de las chiquillas o damas de la sociedad castreña...simplemente debía llegar a la casa de los futuros suegros y solicitar la mano de su hija.
            Una informante contaba que su abuelita le dijo que no le gustaba el hombre que se quería casar con ella... y se reveló. Se fue a la iglesia y después se arrancó, haciéndole creer a su pretendiente que estaba embarazada, para lo cual se abultó el vientre con una sabanilla. Éste, la amenazó, diciéndole que le iba a cortar las trenzas por lo que durante mucho tiempo durmió escondida en un papal, en un sitio de la misma ciudad.
            La misma informante decía que otra costumbre de esos años era la gran amistad y respeto que existía entre los compadres y vecinos, se visitaban casi a diario. En las noches, cuando llegaban las visitas se usaba mucho el tomar chocolate lo que sucedía generalmente los fines de semana. Cuando llegaban las visitas ya estaba lista una olla grande de chocolate preparado con la conocida y famosa Cocoa Raff y yema de huevos.
            ¡Eran olladas inmensas colocadas en el característico bracero de cancagua de nuestros abuelos, acompañadas con roscas, sopaipillas y churrascos fritos o a la parrilla!
Del Libro "Cronogramas de Castro en el Siglo XX"
Votar esta anotación en Bitácoras.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario