domingo, 22 de agosto de 2010

Póster de la película
"Doña Flor y sus Dos Maridos"
Muy a menudo nos reuníamos en la casa de la Carmela. Su casa era la casa de todos los maestros de la Escuela. En ella se realizaban, a menudo, las más variadas actividades, entre ellas fiestas de bautizos, causeos y otras de índole socio-gastronómicas, en la que nunca faltaban los varones.
Todos la conocíamos como la Carmela “Ñaque”, expresión que ella usaba para ofrecer el Cognac, y todos la respetábamos pues conocíamos de su reciedumbre, lo que ella se había encargado de probarnos un día cualquiera en que el Director de la Escuela, apodado “Peinetita” intentó trasladar su autoridad hasta dichas aulas, en circunstancias que no era él el dueño de casa:
¿Qué hizo la Carmela?
Simplemente cogió en brazos al “Peinetita”, (así le decíamos, por su reducida estatura), y lo paseó por toda la casa a garabato limpio.
-- “En mi casa mando yo” acotó, finalmente Carmela, poniéndolo en su lugar y en posición exacta.
Pues bien: en esa ocasión el convite fue para servirnos un patache de cerdo, tierno y recién sacado del humo. Como de costumbre, no asistió ninguna de las mujeres que ella misma había invitado, aunque alguna vez solía hacerlo la Mimí y doña Carlina. Sin ellas, y gracias a ellas, la convivencia se prolongó hasta altas horas de la noche y para algunos aún continuó al día siguiente, a juzgar por la ausencia del “Peinetita” y el “Pancho Tique” a sus labores habituales. Recuerdo que sus respectivas esposas, preocupadas, a primera hora fueron a golpear la puerta de doña Carmela. Como nadie respondiera a sus insistentes llamadas, y encontrando que la puerta no tenía puesta la cerradura, suavemente la empujaron y se introdujeron en las habitaciones, aún en penumbras a esa hora del día.
La Carmela, ¡oh, sorpresa!, en medio de la matriarcal cama, con ambos brazos extendidos, cobijaba amorosamente al “Peinetita” por un lado y a “Pancho Tique”, por el otro.
¿En esa escena, o en otra similar se habrá inspirado, nos preguntamos ahora, el autor de aquella famosa película, “Doña Flor y sus dos maridos”?...
Del Libro "Anecdotario Insular"
Votar esta anotación en Bitácoras.com

1 comentario:

  1. conoci a la Carmela...usaba un vestido tipo jumper de color gris marengo, dejaba ver sus robustos brazos de obrera, calzaba-siempre-unos zapatos de tacon color tabaco, su cabellera peinada con permanete, su voz impositiva , unos labios pintados de rojo carmesi y una mirada cansada como dejando ver todo el cansaciocotidiano de tanto barrer y fregar los baños ...yo la admiraba por su gran tamaño, entonces no sabia de sus extemporaneos attrevimientos...ahora , asi en mi fuero interno me pregunto...cual de los dos habra sido el amado VARIÑO?

    ResponderEliminar